¡Hola Pandas!,
Os escribimos desde el aeropuerto de Hong Kong, mientras esperamos nuestro avión para Australia.
Que bien...
Sydney, para ser más concretos.
Vale, sí, Sydney – es que Max está un poco ofendido.
¡¡Ofendido!! ¿porque?
Tss… ¡en absoluto! Le habría dado su merecido al ladrón, si tú no te hubieses entrometido.
¿un ladrón? cuentame que pasó realmente
No estoy yo tan segura… Bueno, os cuento qué pasó:
Pues bien, durante nuestra estancia en el Tibet Max ha estado yendo muy a menudo con los monjes a “meditar” – lo que yo no sabía es que más bien lo que ha estado haciendo ha sido recibir lecciones de Kung Fu por parte de uno de los monjes, que resultó ser un maestro. Max lo hacía a escondidas, no quería que me enterase, pues sabe que estoy en contra de la violencia.
porque no querias Max... a mi me parece muy normal
En Kung Fu no se practica la violencia, sino todo lo contrario. Se trata de aprender a defenderse cuando uno es atacado. Yo sólo quería poder defenderte cuando algún malvado personaje quisiese hacerte daño, Ella.
Ahhhh eso si cambia las cosas, que tierno de tu parte Max
Ya lo sé, Max.. es muy bonito de tu parte. A veces eres muy dulce.
Psss… ¡¿Dulce?! Yo no soy ningún dulce.
Ahh no te hagas el bobo tu sabes que ella habla de "dulce" de tierno no de comer xDUy.. Bueno, es igual. El caso es que Max tuvo oportunidad de mostrar su habilidad en Kung Fu. Ibamos camino al aeropuerto, a toda prisa, pues llegábamos tarde, cuando de repente sentí cómo una mano agarraba mi bolso. “¡Al ladrón, al ladrón!”, comencé a gritar. Yo sujetaba mi bolso con todas mis fuerzas, pero el ladrón tiraba fuerte, y yo sabía que no podría aguantar mucho … Pero Max acudió enseguida al rescate. Sólo que en lugar de ayudarme a tirar del bolso se situó justo al lado del ladrón, levantó una pierna del suelo y empezó a hacer gestos con los brazos, como si nadase contra corriente. ¡Ja ja ja! Teníais que haberle visto, mi valiente Max… Parecía uno de esos pájaros, un flamenco, que intenta echar a volar pero que no acaba de salirle bien…
Ayyy que lindo
¡Eso era Kung Fu, Ella! Vi cómo el monje maestro del monasterio hacía eso exactamente… Aunque la verdad es que a él le salía un poco mejor…
jajaja que modesto
El ladrón se quedó boquiabierto mirando a Max, sin saber cómo reaccionar, así que aproveché el momento de confusión para darle un fuerte pisotón. “UAUAUAAA”, gritó. Le hice tanto daño que tuvo que soltar el bolso. Escapó cojeando, y yo recuperé mi bolso. Y mientras Max seguía allí haciendo aspavientos y
manteniendo el equilibrio con una sola pierna…
jajaja Ella ¡que valiente!
No lo has entendido, Ella: ¡era la técnica del espantapájaros! Surtió efectó, ¿no?
ejem...si...
Esto… Bueno, la verdad es que sí. Yo recuperé mi bolso y ambos salimos intactos. ¡Muy bien!
Y ahora nos vamos a Australia. ¡Estoy superemocionada!
Australia! ojalá yo pudiera ir xD
Mantened las orejas bien abiertas,
Ella y Max – el maestro Kung Fu
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